martes, 15 de junio de 2010

Un modelo para la aproximación

Una vez visto el concepto de conflicto, sus elementos y clases, consideramos
adecuado para el objeto de nuestro estudio, buscar una forma por medio de la
cual logremos analizar y entender el problema, ya que, pensamos que para
avanzar en una negociación debemos tener un gran conocimiento del conflicto.

Más aún si se tiene en cuenta que los abogados entran a ser parte de una
negociación, donde ya hay un conflicto, no son los directamente involucrados, por
esto nos parece importante incluir este modelo.

Es necesario reconstruir la historia del conflicto, ya que saber la forma como se
inició y ha evolucionado a través del tiempo resulta invaluable al momento de
buscar soluciones. La historia del conflicto en su dinámica propia, en su
evolución. Con esto logramos entender cosas como cuál ha sido su dimensión, su
desarrollo en el tiempo, qué avances y retrocesos ha tenido, cuáles han sido sus
conquistas y cuáles sus pérdidas, si se ha presentado la salida o ingreso de
actores y en qué forma se ha afectado, si se han tomado decisiones y cuál ha
sido su incidencia.

Para reconstruir esta historia pensamos que es importante ubicar el momento en
que un conflicto latente se convierte en manifiesto, para esto debemos mirar
cuándo se presenta un desafío, ya que por regla general encontramos que una de
las partes ha retado a la otra de alguna manera, o por lo menos ha dado esa
percepción. Este desafío puede tener muchas formas, dependiendo de factores
diversos como pueden ser el tipo de los recursos escasos en disputa, de cómo
son las relaciones entre los actores, de las posibles soluciones que perciban las
partes, etc.

Con el fin de entender un poco más la parte inicial del problema, debemos
formular unas preguntas claves para describir el momento del desafío: ¿Quién
desafió a Quien?, ¿Cómo lo hizo?, ¿En qué momento?, ¿Sobre qué recurso lo
hizo?, ¿Sobre las decisiones de quien quiso influir?, ¿Cuáles fueron los
resultados?

Ahora bien, en el momento en que resolvemos estas cuestiones, se infieren las
respuestas a las preguntas que son fundamentales para comprender el conflicto:
¿Cuál era el interés de la parte que realizó el desafío?, ¿Cuánto estaba
interesado en el objeto del recurso quien recibió el desafío?

Cuando ya hemos determinado en qué momento se manifestó el conflicto,
debemos seguir reconstruyéndolo, identificando unos factores claves, que nos
van a servir para poder analizarlo.

· El primer factor que debemos analizar dentro del conflicto es el de la
identificación de las partes, para lo cual debemos ubicar quiénes están
directamente involucrados, si hay personas indirectamente implicadas, pero
que tienen algún interés, o pueden influenciar el resultado, si entre las partes
la relación es entre iguales, o por el contrario se presenta desigualdad, qué
clase de influencia o poder puede tener alguno sobre los demás.

· Luego de determinar las personas involucradas, debemos entrar a averiguar
cuál es la percepción del problema que tienen los actores, cómo describen el
problema, en qué forma les ha afectado, cuáles son sus sentimientos al
respecto y cuál es el nivel de intensidad, cuáles son las posturas que tienen y
cuáles son las diferencias de percepción.

· También debe tenerse en cuenta qué tipo de negociador es cada uno, la forma
como se ha comportado durante la controversia, cuáles han sido
tradicionalmente sus estrategias en momentos de confrontación, si tiene
patrones de comportamiento predecibles, en qué forma manejan recursos
como el tiempo, el dinero, la influencia política, la debilidad del contrincante,
etc.

Después de haber identificado los factores anteriores debemos analizar las
fuentes del conflicto, las razones por las cuales puede surgir una situación de
conflicto pueden ser:

· “Porque los actores tienen un mismo objetivo deseable pero discrepan en la
manera de procurarlo.

· Porque tienen objetivos diferentes, con similares o distintos procedimientos
para alcanzarlos.

· Porque los agentes involucrados tienen diversas concepciones acerca del
poder y la manera de ejercerlo”.

También debemos analizar cómo evolucionó al intensificarse, qué problemas se
añadieron, qué grado de polarización(distanciamiento progresivo de las partes,
a la vez que cada una se identifica más y más consigo misma, restringiendo así
progresivamente, los campos de entendimiento con la otra parte) existe entre los
grupos y qué acciones lo han intensificado.

Se requiere identificar cuáles son las variables independientes, es decir aquellas
situaciones que no son causadas por algo externo a ellas y a la vez cuáles son
las variables dependientes, es decir aquellas cuyo valor depende del que tomen
las primeras. Al hacer esto, se tendrá en claro qué parte del conflicto es genuino,
y qué parte es innecesario y así observando las condiciones del entorno que
pueden incidir en el manejo del mismo en una forma favorable o desfavorable, se
podrá imaginar la forma de solucionar el conflicto.

El siguiente factor para estudiar es la forma en que se establece la comunicación
entre las partes, ésta puede ser utilizando palabras, gestos o acciones directas.
Debe tenerse en cuenta qué se comunica, a quién, cuánto y por qué, y si existen
distorsiones debido a la comunicación. Por último debe pensarse en una forma
para mejorarla.

Debemos ocuparnos de qué es lo que busca cada parte y por qué, es decir,
cuáles son sus intereses, sus necesidades, valores, preocupaciones y fórmulas
de solución, por qué le interesa una solución en particular a una parte, y qué gana
y pierde cada una de las partes con cada una de las soluciones.

Por último es importante hacer una lista con las posturas de cada parte, con los
factores que limitan las acciones, con las personas que pueden jugar un papel
constructivo, con los posibles objetivos alcanzables que todas las partes pueden
aceptar, con los objetivos y necesidades que las partes tienen en común o los que
son mutuamente excluyentes u opuestos y con lo que cada una está dispuesta a
ofrecer.

En el momento en que hemos recorrido los pasos anteriores, tendremos una idea
clara del conflicto, de cómo empezó, cuál ha sido su evolución, cuáles son sus
elementos principales, en qué forma se comportan las partes, etc. y así podremos
empezar a vislumbrar las posibles soluciones.

Pero antes, nos parece importante describir la que es tal vez la característica más
importante en la dinámica del conflicto, el ESCALAMIENTO.

(Continuará.)

Fuente: LA NEGOCIACION UNA ALTERNATIVA ENLA SOLUCIÓN DE CONFLICTOS, MARÍA CRISTINA MANZANO NOGUERACARLOS EDUARDO TORRES SALAMANCA,
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA, FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, SANTA FE DE BOGOTA, D.C.
2000

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