miércoles, 15 de mayo de 2013

BUSCANDO MARIDO EN NEW YORK
Aviso publicado en un Portal Financiero de un diario de EE.UU.: (y aunque cueste creerlo, es verídico) Análisis de inversión Una mujer escribió pidiendo consejos sobre cómo conseguir un marido rico. Eso, de por s...


 
í, ya es gracioso, pero lo mejor de la historia es que un tipo le dio una respuesta bien fundamentada.

Ella:
"Soy una chica hermosa (yo diría que muy hermosa) de 25 años, bien formada
y tengo clase. Quiero casarme con alguien que gane como mínimo medio millón
de dólares al año. ¿Tienen en este portal algún hombre que gane 500.000 dólares o más? Quizás las esposas de los que ganen eso me puedan dar algunos consejos. Estuve de novia con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero no puedo pasar de eso, y
250 mil no me van a hacer vivir en el Central Park West. Conozco a una mujer, de mi clase de yoga, que se casó con un banquero y vive en Tribeca, y ella no es tan bonita como yo, ni es inteligente. Entonces, ¿qué es lo que ella hizo y yo no hice? ¿Cómo puedo llegar al nivel de ella?
Rafaela S."
Foto: BUSCANDO MARIDO EN NEW YORK
Aviso publicado en un Portal Financiero de un diario de EE.UU.: (y aunque cueste creerlo, es verídico) Análisis de inversión Una mujer escribió pidiendo consejos sobre cómo conseguir un marido rico. Eso, de por sí, ya es gracioso, pero lo mejor de la historia es que un tipo le dio una respuesta bien fundamentada.

Ella:
"Soy una chica hermosa (yo diría que muy hermosa) de 25 años, bien formada
y tengo clase. Quiero casarme con alguien que gane como mínimo medio millón
de dólares al año. ¿Tienen en este portal algún hombre que gane 500.000 dólares o más? Quizás las esposas de los que ganen eso me puedan dar algunos consejos. Estuve de novia con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero no puedo pasar de eso, y
250 mil no me van a hacer vivir en el Central Park West. Conozco a una mujer, de mi clase de yoga, que se casó con un banquero y vive en Tribeca, y ella no es tan bonita como yo, ni es inteligente. Entonces, ¿qué es lo que ella hizo y yo no hice? ¿Cómo puedo llegar al nivel de ella?
Rafaela S."

El:

“Leí su consulta con gran interés, pensé cuidadosamente en su caso e hice un análisis de la situación. Primeramente, no estoy haciéndole perder tiempo, pues gano más de 500 mil por año. Aclarado esto, considero los hechos de la siguiente forma: Lo que Ud. ofrece, visto desde la perspectiva de un hombre como el que Ud. busca, es simplemente un pésimo negocio., He aquí los por qué: Dejando los rodeos de lado, lo que Ud. propone es un simple negocio: Ud. pone la belleza física y yo pongo el dinero.
Propuesta clara, sin recovecos. Sin embargo existe un problema. Con seguridad, su belleza va a decaer, y un día va a terminar, y lo más probable es que mi dinero continúe creciendo. Así, en términos económicos, Ud. es un activo que sufre depreciación y yo
soy un activo que rinde dividendos. Ud. no sólo sufre depreciación, sino que, como ésta es progresiva, ¡ aumenta siempre ! Aclarando más, Ud. tiene hoy 25 años y va a continuar siendo linda durante los próximos 5 a 10 años; pero siempre un poco menos cada año, y de repente, si se compara con una foto de hoy, verá que ya estará envejecida.Esto quiere decir, que Ud. está hoy en 'alza', en la época ideal de ser
vendida, no de ser comprada. Usando el lenguaje de Wall Street, quien la tiene hoy la debe de tener en 'trading position' (posición para comercializar) , y no en 'buy and
hold' ( compre y retenga ), que es para lo que Ud. se ofrece... Por lo tanto, todavía en términos comerciales, el casamiento (que es un 'buy and hold') con Ud. no es un buen negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla puede ser en términos comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir usted y yo. Yo pienso que mediante certificación de cuán 'bien formada, con clase y maravillosamente linda' es, yo, probable futuro locatario de esa 'máquina', quiero lo que es de práctica habitual: Hacer una prueba, o sea un 'test drive...' para concretar la operación. En resumidas cuentas: como comprarla es un mal negocio, por su devaluación creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en que el material esté en buen uso. Esperando noticias suyas, me despido cordialmente.
UN MILLONARIO QUE POR ESO ES MILLONARIO”

UNETE >>>>> Planeta Rafael
 
El:

“Leí su consulta con gran interés, pensé cuidadosamente en su caso e hice un análisis de la situación. Primeramente, no estoy haciéndole perder tiempo, pues gano más de 500 mil por año. Aclarado esto, considero los hechos de la siguiente forma: Lo que Ud. ofrece, visto desde la perspectiva de un hombre como el que Ud. busca, es simplemente un pésimo negocio., He aquí los por qué: Dejando los rodeos de lado, lo que Ud. propone es un simple negocio: Ud. pone la belleza física y yo pongo el dinero.
Propuesta clara, sin recovecos. Sin embargo existe un problema. Con seguridad, su belleza va a decaer, y un día va a terminar, y lo más probable es que mi dinero continúe creciendo. Así, en términos económicos, Ud. es un activo que sufre depreciación y yo
soy un activo que rinde dividendos. Ud. no sólo sufre depreciación, sino que, como ésta es progresiva, ¡ aumenta siempre ! Aclarando más, Ud. tiene hoy 25 años y va a continuar siendo linda durante los próximos 5 a 10 años; pero siempre un poco menos cada año, y de repente, si se compara con una foto de hoy, verá que ya estará envejecida.Esto quiere decir, que Ud. está hoy en 'alza', en la época ideal de ser
vendida, no de ser comprada. Usando el lenguaje de Wall Street, quien la tiene hoy la debe de tener en 'trading position' (posición para comercializar) , y no en 'buy and
hold' ( compre y retenga ), que es para lo que Ud. se ofrece... Por lo tanto, todavía en términos comerciales, el casamiento (que es un 'buy and hold') con Ud. no es un buen negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla puede ser en términos comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir usted y yo. Yo pienso que mediante certificación de cuán 'bien formada, con clase y maravillosamente linda' es, yo, probable futuro locatario de esa 'máquina', quiero lo que es de práctica habitual: Hacer una prueba, o sea un 'test drive...' para concretar la operación. En resumidas cuentas: como comprarla es un mal negocio, por su devaluación creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en que el material esté en buen uso. Esperando noticias suyas, me despido cordialmente.
UN MILLONARIO QUE POR ESO ES MILLONARIO”



La aspirante a puta fina y el simple cerdo


Pterocles Arenarius


¿Cuál es más hijo de puta de los dos? Ella se pone en calidad de objeto. Un objeto sexual de supuesta, pretendida, alta calidad. En palabras crudas una puta muy fina. Él, un comerciante, un despiadado cerdo que sólo puede ver su beneficio y que explota las debilidades de su objeto a comprar con las mayores ventajas. Al final termina proponiéndole eufemísticamente, la prostitución, que se alquile. Lamentabilísimos humanos los dos. Tal para cual. Lo más triste de todo es que la belleza, un don divino, sea manoseado y convertido en objeto de transacción en los términos más viles: la ventaja sobre el otro. Una negociación mezquina, perversa. En el trasfondo de ambos discursos sólo hay estupidez y mezquindad. Ella es tan estúpida como para publicar cínicamente sus intenciones mercantiles a cambio de su supuesta belleza. ¿Dignidad? Sabe Dios que será eso, la señorita quiere un imbécil que tenga 500 mil al año. Él pareciera más inteligente (la inteligencia suele ser peor que bestial cuando es usada para fines viles, como en este caso, sobajar, degradar y, al final, emputecer a la otra), la evalúa como un objeto, como ella se ofrece y la descalifica porque está en proceso de devaluación. Ah, pero quiere sacar ventaja el señor, quiere una prueba para ver si es convencido y finaliza proponiéndole que sólo se alquile. El que degrada se degrada. Si él quiere convertirla a ella en puta ¿en qué se convirtió él desde antes?


Creo que sería absolutamente inútil hablarle a esos dos individuos de ideas, de ideales, de sentimientos, como el amor. A un sujeto como él sería inútil decirle que las mujeres excesivamente bellas, como la que él analiza en oferta, son las más ineficientes al realizar aquella obra de arte que se llama erotismo. Lo dice Gabriel García Márquez: “Las mujeres demasiado hermosas están acostumbradas a ser adoradas, no saben dar ni recibir amor, sino adoración. Las mejores amantes son aquellas pajaritas desamparadas y dispuestas a esforzarse para que un hombre sabio y con gran sensibilidad y delicadeza las conduzca y las acompañe al paraíso del sexo”, o algo así. ¿Qué sabrán dos comerciantes de eso? Por supuesto que nada. El erotismo es un acto de artistas. Los vendedores sólo saben de ganancias, de chingarse al otro, nunca entenderán ya no digamos el amor, ni siquiera el erotismo.


A una tipa como ésas sería perder el tiempo decirle que las mujeres pueden realizar prodigios por amor. Que sólo el amor puede realizar a las mujeres como las verdaderas sublimes bellezas. Lo dice Marlene Dietrich: “Hay mujeres hermosas, pero ninguna será realmente bella si no es amada, aunque sea por un solo hombre”. Esa fulana de la nota sólo es maquillaje y gimnasio, para venderse.


Ni siquiera vale la pena decirle a los dos que los verdaderos grandes placeres son gratis. Que la verdadera comunión con un ser humano del otro sexo requiere mucho más que un bonito cuerpo —aunque no se descarta por supuesto—, pero ¿la cultura?, ¿la sensibilidad?, ¿la conmoción por los otros seres humanos, por tanto de hermoso que hay en muchísima gente?, ¿el arte, la literatura, la cocina; otra vez, el erotismo. Es decir, la vida, la real buena vida? Pero hay mucho más. Dicen que vale más una buena hambre que un gran banquete. El placer más grande —después del sexo y la comida— quizá sea aquel momento después de hacer deporte un par de horas, un gran esfuerzo físico, sentir el cuerpo, vencer y ser vencido por el cuerpo, por la fatiga. Y al final el sublime premio, el torrente de endorfinas que te hacen sentir lo que no sentirán ni siquiera con un pasón de cocaína o morfina. Y las drogas obtenidas por un gran esfuerzo físico continuado son totalmente gratis, el cuerpo las pone. Se lo digo habiendo experimentado ambos placeres. Lo que esos lamentables seres humanos muestran es hastío, incapacidad para vivir bien en este mundo si no es con objetos superfluos. Miseria, claro, eso es miseria. Quien sufre de miseria es aquel que necesita demasiados objetos de este mundo para ser satisfecho o creer que alcanzó la satisfacción. Quien goza de la abundancia es el que con muy poco se satisface, porque todo lo demás es —aquí sí—, pura ganancia. “Para vivir yo necesito poco. Y lo poco que necesito lo necesito poco” dice en el último extremo San Francisco de Asís, para vergüenza de todos los católicos de hoy. El que sí disfruta la abundancia es el que se encuentra contento de todo, por todo y para todo.


Sé que es absolutamente inútil decirle a gente como aquéllos que un paseo con tu pareja de la mano, por un bosque solitario, una mañana fría, entre los grandes árboles y el viento limpísimo, el cielo azul y el aliento fresco de la naturaleza te hace sentir la presencia de Dios y el sentimiento divino del amor. Igualmente ocioso será decirles que una sesión de meditación acompañado por la persona que amas es un placer tan grande como el mismísimo sexo. Aunque las índoles de ambos sean muy diferentes. Será inútil recomendarles algunas piezas de Bach, Beethoven, Mozart, etc. Altos placeres del espíritu.


Sé que no vale la pena decirles que una charla de alta literatura, enriquecida con las lecturas de los autores referidos; de profunda filosofía o de cine de arte, con tu amada, vale más que cualquier lujo. Es inútil decir eso. Un pobre sujeto que gana 500 mil dólares al año, sin duda “carece de todo, menos de dinero”, dijo Sabina y sólo debe tener tiempo para contratar una vez a la semana a una puta lujosísima, que le hará un servicio, según ella inmejorable —y quizá también él, pero lo dudo, porque él siempre estará desconfiando si no lo van a timar—, y una mujer como ella no querrá más que tener las medidas precisas en su cuerpo —estar muy flaca y sufrir hambre, según impone la moda—, el color de cabello más atractivo y la mejor figura. Para lo cual se la habrá pasado invirtiendo dinero en productos que la lleven a la gran simulación de que es una supuesta extraordinaria belleza. A ese tipo de mujeres le informo que hay un deleite que no da ninguna figura trabajada en gimnasio ni con afeites y productos de “belleza”, un deleite en las peculiaridades, en los defectos del cuerpo amado, los que se vuelven encantadores y que te dan la sensación de que ella, tu amada, es única. Al final, ni siquiera las miss universo son perfectas.


Prefiero con Marcel Proust que “Dejemos las mujeres bellas para esos pobres sujetos que carecen de imaginación”. Y con Woody Allen, quien dice “Mi segundo órgano favorito es el cerebro”. Al final, las mujeres y también los hombres, el sexo, el erotismo y todo lo que realmente es la buena vida, son el gran invento de la imaginación, de algo que es lo más valioso de la especie humana, la cultura y su gran derivado, la civilización. Algo que gente como ellos han confundido lamentablemente. Pero pedirle todo eso, apenas sugerírselo a gente de esa calaña es totalmente inútil. Esto que escribo no es un consuelo, dado caso, es una lamentación porque las personas referidas son la muestra de una de las peores formas de la degradación humana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Socio, el comentario del "Millonario" fue para hacerla salir de la puteria -.-', es obvio leyendo su comentario que el no tenia ninguna intension de cumplir con lo que decia, salvo el cambiar la mente de la estupida haciendole ver su estupides de la manera mas fuerte posible. A esas mujeres esa es la unica manera de hacerlas entrar en razon.